En la comarca de Trasmiera, Cantabria, se encuentra un pueblo famoso por su balneario y sus aguas; Solares. Allí se conservan sus danzas de varas y palillos que gozan de gran vitalidad y a las que se les adivina un buen futuro.
Sin embargo, no siempre fue así. Las danzas llegaron a perderse durante una larga temporada. Cuarenta y tres años pasaron desde que dejaron de ejecutarse hasta que una joven y siempre inquieta y tenaz Eva Villa decidiera recuperar las danzas tradicionales de su pueblo en 1995. Por aquel entonces habló con algunos de los mayores del lugar, recogió sus testimonios y, con su ayuda, reclutó a un grupo de jóvenes para que retomaran sus características danzas populares.
Así fue como los vecinos de Solares volvieron a ver a sus danzantes yendo casa por casa bailando palillos y pidiendo a la salud de sus moradores antes de acudir a la iglesia, donde previo a la misa, realizaban una procesión encabezada por los mismos danzantes armados con sus varas (arcos floridos).
Poco después de recuperarse las danzas, el número de jóvenes interesados en ingresar en la cuadrilla creció tanto que se acabó creando el Grupo de Danzas San Pedruco y la Escuela de Folclore de Medio Cudeyo para dar cabida a todos. Hasta este momento, cientos de personas se han acercado al folclore cántabro a través de sendas asociaciones. En la actualidad, las danzas tradicionales de Solares gozan de muy buena salud, por lo que se seguirá escuchando durante muchos años aquello que gritan los danzantes: “A la salud de todos los presentes para que vivan por muchos años. ¡Viva!”
